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Bienvenida pareja y/o familia:

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Éste es un lugar abierto a la conversación y a la escucha activa, para observar las relaciones, nunca sencillas, siempre complejas, entre dos o más personas. Aquí es bien recibida toda esa dificultad que surge de las formas de relacionarnos, de comunicarnos, de expresarnos y comprender. Porque si lidiar con una/o misma/o ya es difícil a veces, hacerlo con los demás es aún más complicado, debido a las diferentes historias que cada quién traemos y los puntos de mira desde donde nos asomamos a la vida.

Sin embargo, es posible terminar con esas batallas. Por eso estamos aquí, para dar lugar a cada uno de los miembros de la pareja o familia, mediar e intervenir para que los vínculos y las interacciones sean más ligeras, más livianas,  o dicho de otra manera, sanas.

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¿Cuáles son las cuestiones que tratamos? 

 

Frecuentemente, las familias y parejas consultan solicitando mediación o intervención familiar debido a problemas de comunicación, relacionales, de comprensión, conflictos de parentalidad y adolescencia, mala conducta, violencia filio-parental, violencia parento-filial, discusiones de pareja, violencia de pareja, celos, abuso sexual y sexualidad. 

Podéis contactarnos y exponernos vuestras preocupaciones para que conversemos sobre la forma en que podemos contribuir a vuestro bienestar. 

 

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¿Cuál es nuestra filosofía y qué tipo de psicoterapia hacemos?

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Comprendemos las dificultades desde una perspectiva sistémica. Es decir, creemos en la circularidad de las relaciones y, por tanto, de las complicaciones. 

¿Qué quiere decir esto? Que entendemos a las personas en el contexto de sus relaciones:

Además de las vivencias personales que trae cada una/o, cada componente de la familia afecta al otro, que a su vez se ve afectado por el primero, y vuelve a actuar sobre éste, y sobre los demás, formando un círculo sin salida.

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En el instante en que dos personas  -o más-  se entretejen en una relación, forman nudos que cuesta deshacer. Normalmente nos lleva a culpabilizar o, cuando menos, a señalar a un (o varios) miembro(s), creyendo que es importante intervenir específicamente sobre él (o ellos).

Sin embargo, consideramos esencial terciar sobre la estructura completa, ya que un lazo enredado es uno en sí mismo, y no varias partes que lo componen.

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Así, ejercemos de observadores externos primero, y de actores que ayudan a generar cambios después. 

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Muchas gracias por vuestra atención y confianza.

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